Michael Phelps llamó la atención ayer no solo por ganar la medalla de oro en la final de los 400 metros por relevos estilo libre, sino también por su espalda llena de extraños círculos.
Estas marcas se deben a un tratamiento antiguo que sirve para estimular los músculos, el flujo sanguíneo y además aliviar el dolor. Se utiliza en Oriente Medio y en países asiáticos, especialmente en China.
Se trata en calentar ventosas de vidrio circulares y situarlas sobre las partes adoloridas del cuerpo. Acomodar una taza de cristal encima crea un vacío parcial que genera bienestar en el cuerpo de los deportistas. A su vez, provoca manchas que pueden permanecer visibles hasta dos semanas.
Es una terapia de moda entre algunos deportistas. De acuerdo al entrenador Jon Carlson algunos atletas sacan provecho a este tratamiento, mientras que otros optan por otros métodos al no lograr los resultados esperados.
No solo Phelps manifestó vestigios de este tratamiento, el gimnasta estadounidense Alex Naddour, el nadador de Bielorrusia Pavel Sankovich y nadadora Natalie Coughlin han publicado fotografías de sus espaldas y extremidades llenas de estos círculos rojos.
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