lunes, 15 de agosto de 2016

Ibargüen entra en la historia con el oro en el triple salto

La colombiana Caterine Ibargüen saltó ayer 15,17 metros en su cuarto intento para ganar por fin la medalla de oro en la final de triple salto de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Ibargüen fue escoltada por la venezolana Yulimar Rojas, quien saltó 14,98 y se llevó la presea de plata delante de la kazaja Olga Ripakova (14,74).

Con solo una derrota desde los Juegos de Londres 2012, Caterine salió con el sello de favorita y después de un registro de 14,65, el segundo mejor de la ronda inicial, en la segunda marcó su territorio con un 15,03 con el que igual hubiera asegurado la medalla de oro.

La estrella naciente del atletismo venezolano, Yulimar Rojas, confirmó estar ya madura como triplista a pesar de sus 20 años y en su tercer salto llegó a 14,87 sin dar muestras de una molestia física sufrida en la semifinal. El duelo entre las sudamericanas quedó planteado mientras una desconsolada Ripakova lamentaba una y otra vez no poder superarse a sí misma, después de su 14,73 al que solo le sumo un centímetro en la quinta ronda.

Rypakova hizo su mejor registro del año, 14,74, en el quinto intento, mientras en el sexto Yulimar demostró no estar amedrentada y llegó a 14,95, igual insuficiente en una noche en que Caterine salió en un plan de felino con hambre vieja, de cuatro años tras perder el oro en Londres, y se vio segura y superior con dos saltos sobre la mítica barra de los 15 metros. Era el olímpico el último título que faltaba en la vitrina de Caterine, que a partir de ahora buscará superar los 15,50 metros para ser considerada la más grande saltadora de triple salto de la historia. Tiene un mejor registro de 15,31, conseguido el 18 de julio de 2014, que la coloca quinta mejor de todos los tiempos.

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