lunes, 22 de enero de 2018

4 hitos deportivos con los que Corea del Norte asombra al mundo

Lo hubiera hecho si el resto del mundo se hubiera creído la información sobre la vez en la que el difunto líder Kim Jong-il completó una ronda de golf en 34 golpes bajo el par de la cancha del recién construido club de golf de Pyongyang en 1994. Es entendible que hayan surgido dudas sobre la “proeza” al haber sido la primera vez, y única, que jugaba golf en su vida. Como tampoco es creíble el triunfo en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 de la atleta Jong Song-ok que se observa en los murales dedicados a la gloria deportiva en la capital norcoreana. La razón es que nunca participó. Pero en un país en el que sus líderes profesan su pasión por el deporte, no resulta tan extraño que existan historias reales que han tenido a Corea del Norte como protagonista. Incluso sin haber competido, como ocurrió este martes tras el anuncio de Pyongyang que enviará una delegación a participar en los Juegos Olímpicos de Invierno que se disputarán en Corea del Sur entre el 9 y el 25 de febrero. En BBC Mundo recordamos otros cuatro momentos en los que el deporte norcoreano logró sacudir el mundo. La victoria imposible Nadie podía creer lo que estaba presenciando cuando Pak Doo-ik anotó el gol que adelantaba a Corea del Norte frente a Italia en el minuto 42 de la primera parte en el último partido de ambos de la fase de grupos del Mundial de Inglaterra 1966. Los jugadores de Corea del Norte celebran su histórica victoria sobre Italia en 1966. Fue un tanto que a la postre resultó decisivo para completar la mayor sorpresa que se ha registrado en la historia de los mundiales. Pocos imaginarían que una desconocida selección norcoreana, que llegó a Inglaterra a participar en su primera copa del mundo, fuera capaza de vencer a una de las potencias del balompié europeo y que ya ostentaba dos títulos mundiales en sus vitrinas. Y no solo lo hizo, sino que con su triunfo pudo avanzar a los cuartos de final del torneo, donde perdió con Portugal 5-3 después de haber ido ganando por tres goles de ventaja. Antes había perdido contra la Unión Soviética 3-0 y empatado con Chile. La marcha unificada Las delegaciones de Corea del Norte y Corea del Sur marcharon juntas en la ceremonia inaugural de Sídney 2000 detrás de la bandera de la unificación coreana. Luego tuvo especial interés al haber sido izada en Corea del Sur durante los juegos asiáticos de Busan de 2002 y en los Juegos Universitarios de verano de Daegu de 2003. La última vez que se utilizó con alcance global fue en las Olimpiadas de Atenas en 2004 y en los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín en 2006. Pese a marchar juntos, ambos países competían por separado. Jong Song-ok La corredora de larga distancia norcoreana no llegó a participar en Sídney según se comentó en los reportes de prensa de la época por instrucciones directas de Kim Jong-il, pero sí lo hizo un año antes en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Sevilla, donde ganó el maratón. Fue allí donde logró el mayor y hasta ahora único triunfo de Corea del Norte en una pista atlética. Su victoria tuvo tanta repercusión que Song-ok quedó inmortalizada en los murales de la capital norcoreana, más allá que el fondo que acompaña a su figura no corresponda con la realidad. Levantando la gloria En una de sus primeras declaraciones cuando llegó al poder, el líder norcoreano Kim Jong-un expresó su intención de convertir a su país en una de las superpotencias del deporte en “cuestión de años”. La meta todavía parece muy lejana en el horizonte, pero en 2014 conquistó su primera modalidad. Ocurrió en el Campeonato Mundial de Halterofilia en Kazajistán, en el que por primera vez la pequeña nación asiática lideró la clasificación de medallas de una especialidad deportiva. Las dos siguientes ediciones se llevaron a cabo en Estados Unidos, lo que incidió directamente en su cosecha de medallas. En Houston en 2015 solo consiguió cuatro medallas de oro, mientras que en Anaheim el año pasado no participó al tener problemas de visado para entrar al país. El deporte en el que Corea del Norte logró dominar el mundo El país más hermético del planeta, Corea del Norte, tiene un secreto que contar, un plan con el que aspira dominar el mundo. La primera fase ya está en marcha y desde este viernes buscará mostrar su fortaleza en territorio “enemigo”, en pleno corazón de Estados Unidos. Forma parte de la declaración de intenciones del líder norcoreano, Kim Jong-un, de convertir a su país en una de las superpotencias del deporte en “cuestión de años”. El primer paso lo dio en 2014 en el Campeonato Mundial de Halterofilia en Kazajistán, en el que por primera vez la pequeña nación asiática lideró la clasificación de medallas con 12 de oro. Proeza que busca repetir en la edición de este año en Houston. De hacerlo, Corea del Norte activará la segunda fase de su plan, albergar una competición internacional dentro de sus fronteras. Para un país que históricamente se ha mantenido aislado del resto del mundo, su dominio en el levantamiento de pesas podría marcar un antes y un después. Brazos cortos, espalda larga, piernas cortas La principal razón por la que Corea del Norte ha logrado sobresalir en la halterofilia es genética. “Ellos lucen como tu quisieras que fuera un levantador de pesas”, dijo a la BBC el director de rendimiento de la Federación Británica de Halterofilia, Tommy Yule. “Brazos cortos, espalda larga y piernas cortas, un cuerpo completamente diferente a los que uno buscaría en un velocista o en un lanzador de disco. Lo levantadores de pesa de China y Corea del Norte tiene las dimensiones ideales de cuerpo para triunfar”. Esa teoría es particularmente evidente en las categorías más bajas, en la que los atletas norcoreanos arrasaron. En el peso gallo (56 kg), por ejemplo, Om Yun-Chol, consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y en los campeonatos del año pasado levantando tres veces su propio peso, con lo que pudo establecer un nuevo récord mundial. Misterios y sospechas Pero si bien la genética siempre ha existido, es reciente que los levantadores norcoreanos han podido triunfar. ¿La razón? Es el misterio que tratan de resolver sus rivales. Según la federación británica, el equipo norcoreano pasa la mayor del año entrenado en centros deportivos en su país, que forman parte del impulso que Jong-un le ha dado al deporte desde que asumió el poder del país en 2011 a través de una Comisión Estatal de Cultura Física y de Deportes. Los atletas comen, duermen y respiran halterofilia. Sólo los más fuertes sobreviven, los demás son descartados. “No tenemos idea de Corea del Norte. No he hablado con nadie de su equipo en los campeonatos mundiales”, reconoció Yule. Ese secretismo hace levantar sospechas en un deporte que suele estar rodeado por escándalos de dopaje. El director general de la Federación Internacional de Halterofilia, Attila Adamfi, reconoce que los controles no son fáciles, pero que el organismo “va con regularidad” y somete a los atletas a exámenes, incluyendo controles sorpresa cuando no están compitiendo. Adamfi asegura que todos son sometidos bajo la misma normativa, el sistema en el que tienen que informar a toda hora sobre su paradero, dispuestos a ser examinados cualquier hora de los 365 días al año. Sin embargo, Yule considera que se trata de algo muy difícil de implementar en un país en el que necesita visa para entrar. Lo cierto es que de los 25 levantadores de pesas que han sido castigados este año por dopaje sólo uno es norcoreano, Ry Hyon Hwa, mientras que 20 provienen de países en el este de Europa, 11 de Bulgaria, federación que fue suspendida y no podrá estar en Río 2016.

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