En Estambul anoche reinaba la tristeza por haber visto desvanecerse una vez más el sueño de hacerse con unos Juegos Olímpicos, aunque algunos, sobre todo críticos con el Gobierno, se mostraron aliviados por no tener que enfrentar el reto de organizar el evento.
En nueve lugares públicos de Estambul las autoridades turcas habían colocado pantallas gigantes para esperar el anuncio de la elección y con la esperanza de celebrar la victoria en la tercera candidatura olímpica.
Sin embargo, la metrópolis turca, situada tanto en Europa como en Asia, se quedó fuera, está vez derrotada por una impecable Tokio, que le ganó con 60 contra 36 votos en la votación final.
Poco minutos después de conocerse el resultado, los parques de Estambul se volvieron a vaciar y la gente volvió a sus hogares cabizbajos.
“Estoy muy triste”, se limitó a decir un joven al abandonar la plaza Sultanahmet, cerca de la Mezquita Azul, donde se habían reunido miles de personas para ver en director en una pantalla gigante los resultados de la votación.
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