domingo, 8 de septiembre de 2013

Tokio es la elegida para 2020



Tokio albergará los Juegos Olímpicos-2020, la segunda cita olímpica en la capital de Japón luego de la que organizó en 1964, en una votación del Comité Olímpico Internacional (COI) en Buenos Aires, en la que el fantasma de la crisis de la central de Fukushima quedó atrás.

"Tokio", anunció el presidente del COI, Jacques Rogge, al dar a conocer el resultado de la votación en una puja con Estambul y tras la eliminación en primera ronda de Madrid, durante la 125 sesión del Comité Olímpico Internacional, en un exclusivo hotel de Buenos Aires.

La delegación japonesa estalló de algarabía tras el anuncio hecho por el dirigente, mientras la desazón gobernaba los rostros de los representantes de Estambul.

Tokio, de 13 millones de habitantes, se propone organizar unos juegos “compactos” y reformar parte de las instalaciones que utilizó en los eventos de 1964, entre sus principales atributos.

De este modo, la capital japonesa pudo sortear el fantasma de la crisis de la central de Fukushima, el punto más controvertido en la presentación previa y en las numerosas exposiciones realizadas en Buenos Aires.

En la presentación ayer ante el COI, el primer ministro, Shinzo Abe, garantizó que la crisis en 2011 de Fukushima “está bajo control”.

“No ha tenido nunca y tampoco tendrá nunca un impacto sobre Tokio”, dijo Abe durante la exposición de la capital japonesa.

“El impacto del agua contaminada se ha bloqueado a 0,3 km2”, precisó. Entre Tokio y Fukushima hay una distancia de 220 km.

Mucho más cómodo le resultó explicar a Abe que la capital japonesa “es la ciudad más segura del mundo y la número uno en transporte público”, que sólo en trenes moviliza “con total puntualidad a 26 millones de personas”.

Tsunekazu Takeda, presidente de la candidatura de Tokio-2020, dijo que la ciudad se propone organizar “juegos muy compactos” y sostuvo que “hay disponibles 4.500 millones de dólares” en un fondo aprobado y asignado para la construcción de sedes deportivas.

Los juegos estarán divididos en dos zonas de competición, una frente al mar y otra bautizada como “Patrimonio”, que se utilizó en 1964 y que responde al criterio del “legado” que propugna el COI.

La capital japonesa propuso un total de 36 instalaciones, la mayoría en un radio de apenas 8 kilómetros, de las cuales 15 ya existen, diez más serían temporales, nueve serían nuevas y dos más ya están en proceso de construcción.

Para la Villa Olímpica, que se construirá sobre la isla de Harumi, propone un área de 44 hectáreas que, después de los Juegos, tendrá un uso residencial.

Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Alemán y uno de los seis candidatos a suceder a Jacques Rogge, dijo que la delegación japonesa convenció “con una excelente presentación de esta mañana”.

Ng Ser Miang, otro postulante al cargo de Rogge, manifestó a su vez que la puja fue “muy disputada desde el inicio hasta el final con las tres ciudades demostrando la excelencia y sofisticación cuando se trata de presentar propuestas de clase mundial”.

La delegación turca mantenía un alto grado de expectativas tras haber eliminado en la ronda anterior a Madrid, ciudad a la que se señalaba de lejos como la favorita.

En su presentación, Estambul había apostado fuerte a su condición de ciudad puente entre Asia y Europa y tenía como carta ganadora la posibilidad de haber sido la primera anfitriona en un país con mayoría musulmana.

Madrid con el argumento de su presupuesto austero y equilibrado no logró convencer a los miembros del COI que dejaron afuera a la capital española en primera ronda.

De este modo, la capital española fracasó en su cuarto intento por ser la sede, tras sus postulaciones para los juegos 2016, 2012 y 1972.

“No entraba en nuestras previsiones, estábamos llenos de optimismo, nadie se esperaba esto. No sabíamos qué decirnos, el esfuerzo de todo el mundo.

Esto ha sido muy duro, no nos esperábamos”, dijo la española Jenifer Pareja, subcampeona olímpica en waterpolo en Londres-2012, tras la eliminación de Madrid.

El COI definirá hoy la inclusión de otro deporte en la competencia de 2020 entre el squash, la lucha y el softbol/béisbol y el martes elegirá al sucesor de Jacques Rogge.

Miles de nipones celebran la elecciónMiles de japoneses gritaron de alegría y festejaron con efusividad en la noche del sábado al domingo en Tokio al conocer la elección de la capital nipona como sede de los Juegos de 2020.

Fueron muchos los que prefirieron aguantar el sueño y seguir la elección.

"¡Banzai, Banzai!", exclamaron centenares de trabajadores, reunidos en el auditorio Tosho, en el corazón de la ciudad, para una "velada oficial" de seguimiento de la elección.

Más allá de la alegría, la sorpresa y la emoción se dejaron notar entre los japoneses, que temían que el accidente nuclear de Fukushima arruinara las esperanzas olímpicas.

Otros prefirieron agitar banderas japonesas, celebrando así el regreso de los Juegos a Tokio 56 años después de la cita de 1964, que en su momento simbolizó la vuelta de Japón a la comunidad de naciones.

Faltan por levantar la Villa y varios estadios

Tras hacerse con los Juegos de 2020, Tokio tiene por delante el reto de levantar varios estadios y una villa olímpica y el de reforzar su red de transportes, especialmente en torno a la zona de la bahía, donde busca crear un entorno futurista para el evento.

El Comité Organizador de los Juegos tendrá entre sus primeros cometidos el dar el pistoletazo de salida para las obras de las 21 instalaciones olímpicas (el 59 por ciento del total) que aún no existen o están en proceso.

Salvo por el trazado para el ciclismo en ruta que se levantará frente al Palacio Imperial o el estadio olímpico, que debe ser completamente renovado, las sedes que quedan por levantar corresponden principalmente a la zona de la bahía. Al margen de las 11 que van a ser sólo temporales, toca construir un velódromo, un estadio de voleibol para 15.000 espectadores, o un coliseo con pistas para disputar partidos de badminton o baloncesto en la isla artificial de Ariake, donde se va a concentrar buena parte de la acción.

En el otro extremo, en Yashio, se debe construir también un parque con varias canchas que deben sentar a 10.000 espectadores para los partidos de hockey sobre hierba.

Para ligar mejor estos emplazamientos entre sí y con la llamada zona patrimonial, que se corresponde con la porción donde se celebraron los JJOO de 1964, es previsible que se hagan nuevas estaciones, y se conecten y amplíen al menos la línea Rinkai de tren y la Yurikamome (que funciona con un monorrail sin conductor).

Tokio se comprometió a que el público asistente no realizaría desplazamientos superiores a los 30 minutos entre ninguna de las sedes que compondrán el núcleo central de estos Juegos, por lo que el Comité estudiará muy de cerca cómo optimizar la ya de por sí eficiente red de transporte de la ciudad.

Además, va a centrar muchos esfuerzos en dos de sus proyectos más emblemáticos, la villa y el remodelado estadio olímpico.

Los plazos no preocupan en absoluto en un país donde el sector de la construcción es uno de los más activos y avanzados del mundo.

El organizador deberá empezar a coordinar el programa de eventos de prueba, a efectuarse dos años antes de los Juegos.

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