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Ellas fueron las primeras campeonas olímpicas de hockey sobre hielo, 20 años atrás en Nagano. Hoy, las estadounidenses recuperaron un título que no habían soltado desde entonces sus vecinas canadienses, que fueron dominadas esta vez en la final de los Juegos de Pyeongchang 3-2 en los penales (2-2 en tiempo reglamentario).
Estados Unidos se tomó la revancha ante sus vecinas canadienses: las estadounidenses rompieron la maldición que duraba demasiado tiempo y que había vivido uno de sus episodios más trágicos en la final de Sochi 2014, en la que perdieron en la prórroga.
Desde la aparición del hockey femenino en el programa olímpico, las estadounidenses conquistaron el primer torneo, en Nagano en 1998, pero Canadá se llevó el oro en los cuatro siguientes, sumando 24 victorias consecutivas en los Juegos.
Las estadounidenses, vigentes cuádruples campeonas del mundo, acudían a Corea del Sur con el objetivo de poner fin a la hegemonía de sus vecinas en los Juegos Olímpicos.
"Es bastante increíble, trabajamos toda nuestra vida para esto, y para seis de nosotras eran nuestros terceros Juegos", se congratuló Monique Lamoureux.
"Jugamos este partido en nuestras cabezas miles de veces y lo ganamos de todas las formas posibles. En el vestuario antes del tercer tiempo, perdiendo por un gol y sin jugar muy bien, sabíamos que lo lograríamos", añadió.
Podio calcado a Nagano 98
La victoria en la final estuvo cimentada en el gran trabajo de las hermanas gemelas Monique y Jocelyne Lamoureux.
Estados Unidos abrió el marcador por medio de Hilary Knight al término del primer periodo (20). Pero las canadienses dieron la vuelta al marcador en menos de cinco minutos por medio de Haley Irwin (22) y Marie-Philip Poulin (27).
Monique Lamoureux igualaba en el minuto 54 y enviaba el partido a la prórroga, donde las buenas actuaciones de las arqueras propiciaron los penales.
Fue Jocelyne Lamoureux la que firmó el gol ganador que hizo olvidar la derrota en la prórroga en la final de Sochi en 2014.
"Deberían hacer una película, hubo un final dramático y todos los ingredientes", sonrió Hilary Knight.
Este título suaviza la decepción de la eliminación en cuartos de final del equipo masculino de Estados Unidos ante la República Checa.
Con la lógica tristeza se mostraron las canadienses. "Es una pena que se decidiese en los penales", se lamentó Meghan Agosta. "Estoy orgullosa de todas las chicas del equipo, demostramos mucho carácter".
Finlandia había logrado el bronce la víspera al superar a Rusia (3-2), repitiendo un podio calcado al que se dio en Nagano... hace 20 años.
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