lunes, 22 de agosto de 2016

El dopaje, un obsesivo telón de fondo de los Juegos de Río-2016



El mundo del deporte lo presentía y fue inevitable: los Juegos de Río-2016 han tenido en el dopaje un permanente telón de fondo y acabaron con una decena de deportistas excluidos tras haber dado positivo, la mitad de ellos halterófilos.

Precedidos por la exclusión generalizada de los atletas rusos por el escándalo de dopaje de Estado en el deporte de ese país e iniciados con la confusión por la tardía admisión de Darya Klishina, la única atleta rusa autorizada a competir, los Juegos se sentían amenazados por esta plaga desde mucho antes del día de la inauguración, el 5 de agosto.

Desde la publicación del primer informe de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sobre Rusia, en noviembre pasado, este tema ha parasitado la preparación de Río-2016. Como nunca antes había ocurrido.

En noviembre de 2015, la AMA hizo públicas las primeras conclusiones de una investigación llevada a cabo por una comisión independiente, que determinó que el dopaje en Rusia "no hubiese podido existir" sin el consentimiento del gobierno.

Segundo informe en enero y las acusaciones se repiten. Las autoridades rusas "no podían no conocer el alcance del dopaje en el atletismo", estibó la Agencia.

Eso dio paso a batallas institucionales.

Frente a las críticas por la supuesta tibieza del Comité Olímpico Internacional (COI) respecto a Moscú, su presidente, Thomas Bach, acusó implícitamente a la AMA, el pasado 1 de agosto, de haber gestionado el caso de manera tardía.

El COI "no puede ser responsabilizado ni del 'timing' ni de las razones de los incidentes a los que tenemos que enfrentarnos a pocos días de los Juegos", dijo.

Kenia también

Sólo fue en la víspera de la clasificación del salto largo cuando Klishina obtuvo su autorización para competir gracias a una decisión del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) que falló en contra de lo que había decidido la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).

Finalmente acudieron 276 deportistas a Río, después de que poco más de un centenar fuesen excluidos al término de un proceso que fue cuestionado.

Pero no solo Rusia estuvo en el punto de mira.

El mánager del equipo de atletismo keniano en Río-2016, Michael Rotich, fue suspendido acusado de haber reclamado un soborno de cerca de 13.000 dólares por dar información previa sobre pruebas antidopaje.

El mismo día, el Comité Paralímpico Internacional (CPI) suspendió a Rusia como consecuencia del dopaje de Estado, por lo que no debería haber atletas rusos en los Juegos Paralímpicos (del 7 al 18 de septiembre)... a menos que el TAS diga lo contrario.

Evidentemente, el tema estuvo en boca de muchos deportistas y algunos de ellos no se mordieron la lengua: "No tengo ningún respeto por los dopados", dijo el australiano Mack Horton, oro en los 400 m libres de natación, refiriéndose al chino Sun Yang, doble campeón del mundo que fue controlado positivo en 2014 y suspendido durante tres meses.

El francés Camille Lacourt fue aún más expresivo cuando el chino ganó los 200 m libres: "íSun Yang mea violeta!".

El COI reclamó "respeto" para todos los atletas, pero sin lograr ser convincente.

Muestras por 10 años

El 18 de agosto, el halterófilo Izzat Artykov, bronce en la categoría de -69 kg, fue el primer medallista descalificado de los Juegos de Río por dopaje.

Tampoco sorprendió a casi nadie, puesto que la halterofilia es uno de los deportes más afectados por el dopaje. El francés Bernardin Kingue Matam, que acabó octavo, ya dejó dudas nada más acabar el concurso: "Si la Federación Internacional y el COI hacen las cosas correctamente, creo que puedo ganar medalla, los cinco primeros no están limpios", denunció.

Artykov acusó al francés de "haber metido productos dopantes en mi bebida o en la comida".

En total, hasta este domingo cuando se clausuran los Juegos, 12 participantes en Río han sido descalificados tras dar positivo. La mitad de ellos son pesistas.

Al mismo tiempo, el COI continúa alimentando una lista de atletas cuyas muestras tomadas en Pekín-2008 y Londres-2012 se han revelado ahora positivo. En total han sido 98 nuevos casos positivos.

Las muestras tomadas en Río se conservarán durante 10 años, dos más de lo que se venía haciendo hasta ahora, en virtud del nuevo código mundial antidopaje. El capítulo de dopados en los Juegos de 2016 no se cierra con la ceremonia de clausura. (22/08/2016)

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