jueves, 4 de agosto de 2016

Cuatro estrellas intentarán salvar los Juegos Olímpicos

Michael Phelps, Usain Bolt, Neymar y Djokovic serán las principales figuras en Río 2016 y socorristas de unos Juegos Olímpicos golpeados por el dopaje ruso y la crisis política brasileña.

Cuando mañana se encienda el pebetero en el mítico estadio Maracaná todos esperan que se vaya apagando el incendio del escándalo que carcomió las bases del olimpismo y dejó al descubierto una maquinaria de dopaje organizada desde el Estado ruso.

Más de un centenar de deportistas rusos fueron excluidos de la cita de Río, en una crisis que llevó al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, a plantear "una revisión” de todo el sistema antidopaje.

Figuras mundiales como el nadador estadounidense Phelps, el velocista jamaicano Usain Bolt, el tenista Novak Djokovic y el futbolista brasileño Neymar son los mayores responsables de hacer virar la aguja del escándalo hacia el espectáculo deportivo. Tienen lo suficiente como para acaparar los potentes reflectores mediáticos en unos Juegos Olímpicos inéditos en Sudamérica y los primeros en la historia que se disputarán en invierno (austral).

El estadounidense Phelps, de 31 años, quiere volver a bañarse en oro y en la piscina de Río ampliar su asombroso palmarés de 22 medallas, 18 de ellas doradas.

El jamaicano Usain Bolt, el hombre más veloz del planeta, se prepara para volver a asombrar al mundo y acaparar oros en los 100m, 200m y relevos 4x100, como hizo en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012, aunque la incógnita es cómo responderá en su exigente programa en Río tras sus recientes molestias musculares.

Con 108 semanas consecutivas al frente del ranking, Djokovic tiene como gran asignatura pendiente el oro olímpico, un galardón que le queda más cercano a medida que desisten jugadores de la talla de Roger Federer (3), Milos Raonic (7) y el checo Tomas Berdych (8).

Brasil cargó una pesada mochila a su astro Neymar para ganar la medalla dorada en casa, el único lauro del fútbol ausente de las nutridas vitrinas del pentacampeón mundial.

El astro del Barça quiere vengar en el Maracaná el mazazo de 7-1 que recibió la seleçao ante Alemania en el Mundial 2014 y colgarse el medallón que vale por 10 para el país anfitrión, amante del fútbol como pocos.

La del fútbol masculino es una de las preseas que Brasil necesita para volver a desbancar a Cuba del liderazgo latinoamericano, como ocurrió en Pekín 2008, e intentar meterse en el selecto grupo de los Top-10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario