Hosszu, que se convirtió en la primera mujer en la historia en bajar de los 3 minutos y 27 segundos, rebajó en más de dos segundos -2,7- la anterior plusmarca universal, en posesión de la china Shiwen Ye, que ayer ni tan siquiera pudo clasificarse para la final, con un tiempo de 3:28:43 desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Con un desempeño impresionante que levantó al público en las tribunas del Estadio Acuático Olímpico.
La nadadora magiar aventajó en casi cinco segundos a la estadounidense Maya DiRado, que se colgó la medalla de plata con un crono de 4:31,15, y en más de seis a la española Mireia Belmonte, que debió conformarse con el tercer escalón del podio.
“Fue un camino largo hasta aquí. Es verdad que no hubiese estado feliz si no ganaba una medalla por eso estoy muy feliz de haberlo conseguido y además de haberlo hecho nadando dos segundos más rápido que todo el mundo. No lo puedo creer”, dijo la nadadora Hosszu con su medalla de oro colgada en el pecho.
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